WASHINGTON: Estados Unidos dijo el jueves que algunos funcionarios indios han apoyado los ataques contra las minorías religiosas, en una crítica rara, aunque indirecta, del historial de su aliado emergente.
Al presentar un informe anual sobre la libertad religiosa internacional, el secretario de Estado, Antony Blinken, ofreció evaluaciones sombrías de varios adversarios de Estados Unidos, incluidos China, Irán y Myanmar.
Pero dijo que en otros lugares también “los derechos de las minorías religiosas están amenazados en comunidades de todo el mundo”.
“En India, la democracia más grande del mundo y hogar de una gran diversidad de religiones, hemos visto un aumento de ataques contra personas en lugares de culto”, dijo Blinken.
Rashad Hussain, el embajador general de EE. UU. para la libertad religiosa internacional, agregó: “En India, algunos funcionarios ignoran o incluso apoyan los crecientes ataques contra personas y lugares de culto”.
En el informe, el Departamento de Estado señaló las leyes que restringen las conversiones religiosas, citó relatos de discriminación contra musulmanes y cristianos y dijo que “los políticos hicieron comentarios públicos incendiarios o publicaciones en las redes sociales sobre las minorías religiosas”.
El gobierno nacionalista hindú del primer ministro indio Narendra Modi ha defendido una serie de medidas que los críticos han calificado de discriminatorias.
India se irrita con frecuencia ante las críticas extranjeras a su historial y ha denunciado a la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de EE. UU., un panel gubernamental autónomo, que ha recomendado repetidamente que el Departamento de Estado ponga a India en una lista negra.
El Departamento de Estado no anunció nuevas designaciones el jueves y es muy poco probable que tome medidas contra India, identificada por sucesivas administraciones estadounidenses como un socio global clave frente a una China en ascenso.
El informe también señaló preocupaciones en el histórico rival de India, Pakistán, que está en la lista negra de libertad religiosa.
Blinken dijo que al menos 16 personas fueron sentenciadas a muerte en Pakistán el año pasado por acusaciones de blasfemia, aunque nadie fue ejecutado.
Las meras denuncias de blasfemia contra el Islam han desatado la violencia en Pakistán y los críticos dicen que tales acusaciones a menudo se usan para abusar de las minorías.